
Prensa ABAE.– Este 12 de abril, la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE) conmemora el Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados, fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) para honrar el histórico primer vuelo espacial del cosmonauta soviético Yuri Gagarin, realizado el 12 de abril de 1961 a bordo de la cápsula Vostok 1, que lo convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio.
La efeméride fue aprobada formalmente el 7 de abril de 2011 mediante la resolución A/RES/65/271, reconociendo que esta proeza no solo marcó el inicio de la era espacial, sino que abrió un nuevo horizonte para la exploración científica, tecnológica y pacífica del espacio ultraterrestre.
Este día internacional busca también promover la conciencia global sobre la importancia de preservar el uso del espacio con fines pacíficos, y resalta la necesidad de que todos los países puedan acceder equitativamente a los beneficios derivados de las actividades espaciales, manteniendo el espacio como patrimonio común de la humanidad.
Yuri Gagarin: el hombre que abrió las puertas del cosmos
El presidente de la ABAE, Adolfo Godoy, destacó que la hazaña de Yuri Gagarin representa un hito incuestionable en la historia de la humanidad, al ser el primer ser humano que orbitó la Tierra en una misión que implicó altísimos niveles de complejidad técnica, física y psicológica.
«Conmemoramos la valentía y el temple de un cosmonauta soviético que enfrentó lo desconocido. Gagarin participó en una operación que exigía una preparación rigurosa, desde el punto de vista mental, físico y técnico. No se trataba de una simple misión, sino de una proeza que marcó el inicio de la presencia humana más allá de la atmósfera terrestre», afirmó.
Godoy recordó que la misión Vostok 1 completó una órbita alrededor del planeta en aproximadamente 108 minutos. «A partir de ese momento se rompió una barrera fundamental y comenzó una nueva etapa de la carrera espacial, que sentó las bases para las futuras misiones a la Luna y el desarrollo de tecnologías clave en los campos de la física, la matemática y la astronomía», señaló.
También resaltó que la elección de Gagarin no fue casual: era un militar de la Fuerza Aérea Soviética, con una formación técnica impecable. «Su desempeño impulsó el desarrollo del programa espacial soviético y dejó una huella imborrable en la historia de la ciencia y la tecnología», agregó.
De Gagarin a la nueva era de la exploración espacial
Godoy explicó que el estudio del espacio requiere comprender el comportamiento de los cuerpos celestes y los sistemas artificiales en condiciones de microgravedad. Desde aquel primer vuelo tripulado, la humanidad ha dado pasos gigantescos: ha construido estaciones espaciales, extendido la duración de las misiones tripuladas y desarrollado tecnologías que permiten vivir y trabajar en el espacio exterior.
«Estos avances no se logran por azar. Exigen investigación, métodos científicos rigurosos y una planificación milimétrica. La hazaña de Gagarin nos recuerda que la exploración espacial es un proyecto colectivo, sostenido por el conocimiento y la voluntad de los pueblos», subrayó.
Asimismo, apuntó que la proeza de Gagarin continúa siendo un símbolo de inspiración para los países que, como Venezuela, trabajan por desarrollar capacidades soberanas en el ámbito aeroespacial. «Su legado nos impulsa a avanzar con determinación hacia el sueño de que, algún día, Venezuela envíe a su propio astronauta al espacio», manifestó.
Un símbolo de soberanía, voluntad y ciencia
Godoy indicó que desde la ABAE se honra el legado de Yuri Gagarin no solo reconociendo su valor, sino extrayendo las enseñanzas que deja a los pueblos del mundo: visión estratégica, soberanía tecnológica y compromiso con la humanidad.
«El primer paso de Gagarin en el espacio no fue solo una proeza individual, sino un símbolo de la capacidad de una nación para superar los límites de la ciencia. Nos deja una enseñanza fundamental: mantener la voluntad colectiva para impulsar los sistemas espaciales nacionales. Su legado sigue inspirando a nuevas generaciones, demostrando que lo imposible es apenas una frontera por conquistar», enfatizó.
Para finalizar, Godoy recordó dos frases emblemáticas del cosmonauta soviético: «La Tierra es azul», pronunciada al contemplar el planeta desde la órbita. «Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos», su llamado a la humanidad.
«Estas palabras reflejan una visión que trasciende la técnica y nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos como especie de preservar nuestro hogar común, la Tierra», concluyó.