
Prensa ABAE. — Con motivo del Día Mundial de los Lagos que se conmemora este 27 de agosto, la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE) destaca el empleo de sistemas de teledetección satelital para el monitoreo y conservación de estos vitales ecosistemas acuáticos en territorio venezolano.
La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció esta fecha en honor a la Conferencia Shiga (LECS ’84), celebrada a orillas del lago Biwa en Japón en 1984. La conmemoración busca crear conciencia global sobre la importancia de proteger estos ecosistemas acuáticos, fuentes vitales de agua dulce fundamentales para el consumo humano, la agricultura y la regulación climática.
Observación satelital para la protección de los lagos
En Venezuela, la ABAE, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (MINCYT), implementa la teledetección a través de los satélites Miranda (VRSS-1) y Sucre (VRSS-2).
Yorfani Arteaga, ingeniera en informática de la Unidad de Sistemas Espaciales, explicó el uso de tecnología satelital para el seguimiento de cuerpos de agua. «Mediante el uso de imágenes satelitales se pueden detectar cambios en el uso del suelo que puedan generar afectaciones en los ecosistemas acuáticos, y a su vez realizar estudios y análisis para la detección de flujos de sedimentos y de anomalías como la proliferación de algas nocivas o la sedimentación», indicó.
La operadora satelital destacó que los datos satelitales permiten identificar áreas críticas y generar alertas. «En este sentido, la ABAE ofrece apoyo a otras instituciones, nacionales e internacionales, que facilita la toma de decisiones precisas para la gestión y conservación de los cuerpos de agua», acotó.
Sensores para la teledetección hídrica
Arteaga explicó que los sensores ópticos capturan imágenes usando luz visible y longitudes de onda cercanas. «Con la información recolectada es posible estimar parámetros clave como la clorofila, la turbidez y la sedimentación», afirmó.
La ingeniera resaltó que la teledetección satelital se posiciona como herramienta indispensable para la gestión futura de recursos hídricos, ofreciendo una perspectiva estratégica para proteger los ecosistemas lacustres.