Prensa ABAE. — Este 10 de noviembre de 2025 se conmemora el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, bajo el lema «Confianza y transformación para el futuro: La ciencia que necesitamos para 2050». Esta fecha, establecida en 2001 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) mediante resolución 31C/20, se celebra desde 2002 en todo el mundo con el objetivo de renovar el compromiso global asumido durante la Conferencia Mundial sobre la Ciencia realizada en Budapest en 1999.
El propósito de esta conmemoración es recordar el compromiso nacional e internacional con el uso de la ciencia y la tecnología como herramientas fundamentales para la construcción de la paz y el desarrollo sostenible, además de reducir la brecha entre la ciencia y la sociedad. En 2023, la Asamblea General de la ONU proclamó el período 2024-2033 como el Decenio Internacional de las Ciencias para el Desarrollo Sostenible, reforzando el papel de la ciencia en la resolución de desafíos económicos, sociales y medioambientales.
Ciencia espacial al servicio del desarrollo nacional
La Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, ejemplifica cómo la ciencia espacial puede convertirse en un instrumento poderoso al servicio de la humanidad y el desarrollo integral de la nación.
La ingeniera Lorena Martínez, jefa de la Unidad de Ciencias Espaciales de la Dirección de Ciencia, Formación y Desarrollo de la ABAE, destacó que la agencia «está profundamente comprometida con el uso pacífico del espacio ultraterrestre y con el desarrollo integral de la nación mediante la utilización de la tecnología espacial en diferentes ámbitos, como el social, el educativo y el ambiental».
Las imágenes obtenidas a través del satélite Sucre (VRSS-2) se utilizan para la observación de recursos hídricos, el monitoreo de la deforestación, la detección de minería ilegal y la gestión de áreas protegidas, así como para investigaciones ambientales como el proyecto Isla de Aves.
Martínez explicó que «además, contamos con diferentes cursos y talleres formativos para la apropiación del conocimiento. Los participantes en el área satelital, incluso desde edades muy tempranas, al participar en el Programa Nacional Semillero Científico, nos permiten entonces no solo motivar a la nueva generación de científicos, sino también promover la soberanía tecnológica, así como las diferentes investigaciones y acuerdos de cooperación con diferentes instituciones del país y a nivel internacional». Agregó que otra contribución importante se realiza a través de la Carta Internacional sobre el Espacio y las Grandes Catástrofes, que se activa en caso de desastres naturales.
Soberanía tecnológica espacial
La especialista afirmó que la ABAE desempeña un rol crucial en la soberanía tecnológica espacial al garantizar el acceso independiente del país a datos geoespaciales estratégicos para la toma de decisiones y la planificación nacional.
«Al tener un satélite de observación de la Tierra, como el satélite Sucre, que es manejado y controlado en su mayoría por personal venezolano joven y altamente capacitado, y en una infraestructura creada para el desarrollo de las actividades propias, podemos afirmar que tenemos la capacidad de ofrecer independencia y autonomía para el manejo de los datos y ponerlos al servicio de las diferentes instituciones del país, como universidades, centros de investigación e instituciones gubernamentales», destacó Martínez.
Los datos geoespaciales permiten a organismos de seguridad e instituciones tomar decisiones para el desarrollo integral del país en áreas como gestión ambiental, planificación urbana, gestión de desastres naturales, evaluación de cultivos y suelos, y monitoreo oceánico y forestal.
Formación de talento humano
Andreina Solórzano, especialista en control térmico de satélites de la Unidad de Educación Espacial, indicó que la ABAE acerca la ciencia y la tecnología espacial a la sociedad venezolana, impulsando el desarrollo socioeconómico y cultural del país mediante la ejecución de políticas de desarrollo científico-tecnológico.
Desde su creación, la ABAE ha mantenido el compromiso de dar participación a la ciudadanía en proyectos científicos. Solórzano destacó que «con la puesta en marcha del convenio de transferencia tecnológica con China para el diseño, fabricación, lanzamiento y puesta en órbita del Satélite Simón Bolívar, se desarrolló un programa de formación en especializaciones, maestrías y doctorados donde inicialmente participaron 90 profesionales venezolanos, cifra que se va incrementando con cada misión desarrollada dentro del convenio de transferencia tecnológica».
La especialista expresó que posteriormente la ABAE ha captado talento humano, pasantes y profesionales en diversas áreas del conocimiento científico con el propósito de garantizar la operatividad en las estaciones terrenas de control satelital y el desarrollo de programas y proyectos científicos, «entre los cuales destaca el programa de formación denominado Semilleros Científicos que consta de diversas actividades orientadas a desarrollar el potencial científico de los niños, niñas y adolescentes».
