
Prensa ABAE. — Cada 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha establecida por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 1972. Esta efeméride tiene como objetivo fomentar la conciencia global sobre problemáticas ambientales como la contaminación atmosférica, el uso desmedido de plásticos, los desechos industriales y el comercio ilegal de fauna silvestre.
Desde su instauración, esta fecha —liderada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)— se ha convertido en la campaña de divulgación ambiental más grande del planeta. En 2025, el lema es «Combatir la contaminación plástica» / «Acabar con la contaminación plástica», siendo la República de Corea el país anfitrión, con el firme compromiso de combatir este flagelo que amenaza a los ecosistemas del mundo.
Tecnología espacial para el monitoreo ambiental
La Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE), adscrita al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), contribuye activamente a la protección del medio ambiente a través de la aplicación de tecnología espacial. Con el uso de imágenes satelitales provenientes del satélite venezolano Sucre (VRSS-2), la institución genera productos geoespaciales que apoyan la toma de decisiones para la gestión sostenible del territorio y los recursos naturales.
Jesús Camacho, ingeniero en geociencias adscrito a la Unidad de Mediciones Científicas de la Dirección de Aplicaciones Espaciales de la ABAE, explicó: «A través de las imágenes captadas por el satélite Miranda (VRSS-1) y actualmente por el Sucre (VRSS-2), se ha permitido evaluar fenómenos climáticos como sequías e inundaciones, así como la degradación de ecosistemas en todo el territorio nacional».
Camacho también señaló que Venezuela participa en proyectos internacionales, como la iniciativa Puang de China, que busca fortalecer la cooperación en el uso de datos espaciales para la reducción de emisiones de carbono y la gestión de riesgos climáticos. «Esto permite realizar proyectos que mitiguen el impacto climático en zonas costeras e insulares de Venezuela de forma más precisa e integrando los datos del satélite Sucre», puntualizó.
Observación de la Tierra y gestión de recursos
Entre los estudios más relevantes de la ABAE se encuentra el monitoreo de la Reserva Forestal Imataca (RFI), donde la tecnología espacial ha sido clave para identificar áreas afectadas por la minería ilegal. Igualmente, se ha impulsado el Proyecto de Gestión de Cuerpos de Agua, centrado en evaluar la calidad y cantidad de este recurso vital en distintas regiones del país.
«Se destaca el uso de sensores remotos para la detección y delimitación de zonas potenciales de minería, lo que permite generar una extracción específica sin afectar la biodiversidad, así como estudios para la conservación ambiental», afirmó Camacho, al referirse a los avances obtenidos por su equipo.
El ingeniero añadió que también se han identificado nuevas vías y estructuras, así como acumulación de sedimentos en áreas marítimas. Esta información es esencial para el diseño de planes de ordenamiento territorial y conservación.
Gestión de crisis y desastres desde el espacio
Los datos generados a partir de imágenes satelitales son procesados y convertidos en productos temáticos útiles para organismos como Protección Civil, bomberos, gobernaciones y alcaldías. Esta información permite coordinar acciones de mitigación y recuperación más eficaces ante situaciones de emergencia.
Jesús Camacho también destacó la participación de Venezuela en la Carta Internacional: El Espacio y los Grandes Desastres (CHARTER), «En eventos como el de Las Tejerías en 2022 y el de Cumanacoa en 2024, accedimos a datos proporcionados por agencias espaciales internacionales y los integramos con imágenes del satélite Sucre. Esto nos permitió generar productos detallados para delimitar el nivel de afectación e identificar con precisión las zonas impactadas», explicó.
Control ambiental y lucha contra la minería ilegal
La Dirección de Aplicaciones Espaciales de la ABAE ha aplicado técnicas avanzadas de procesamiento digital de imágenes del VRSS-2 para detectar patrones de degradación ambiental y emitir alertas tempranas. «Se han aplicado métodos matemáticos y estadísticos para evaluar la pérdida de cobertura forestal y detectar zonas de intervención no autorizadas. Estos datos han sido clave para aplicar políticas de protección ambiental y regular actividades extractivas», afirmó Camacho.
Asimismo, se ha desarrollado una base de datos con información georreferenciada sobre minería ilegal, deforestación de parques nacionales y presencia de pistas clandestinas, especialmente en los estados Bolívar y Amazonas.
Con este trabajo, la ABAE reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible y la soberanía científica, aportando tecnología y conocimiento para la conservación ambiental de la nación.